Cortesía de la Casa

Y nos bajamos del avión derechito al CMJ Music Marathon 2011. El primer día corrió sin contratiempos pero con mucha actividad por el lado de acreditaciones y demás menesteres del debido proceso y la etiqueta periodística. Ja… dizque periodista yo.

El martes fue el día más corto del festival gracias a la poca oferta de eventos diurnos. Llegué algo alcanzado de tiempo al Bowery Ballroom, principalmente porque había comprado la boleta para el concierto hacía varias semanas y no tendría que hacer cola con el resto de los acreditados. No crean, ofrecí la boleta a medio mundo pero todo toda la gente parecía tener otras prioridades esa noche. En fin, a lo que vinimos.

Hospitality

Presentaron un sonido bastante sólido para su limitada experiencia. Pop poco convencional que me recuerda un poco a Furslide y que probablemente guste a algunos de ustedes.

Eleanor Friedberger

Un set con bastante actitud y mojo, con un característico toque setentero que en lo personal no gusta pero que igual respeto y admiro. Eleanor es puro entretenimiento y le deseamos lo mejor.

Wild Flag

¿Qué se puede decir? Aunque creo que muchos pensaron que este sería un proyecto temporal, lo cierto es que las cuatro “niñas” tienen mucha química sobre el escenario. Carrie Brownstein se come vivo al público y deja ver ciertos matices de Sleater-Kinney (particularmente en los solos), así como para dejar contentos a sus admiradores de antaño. Sepan que hay Wild Flag para rato.

Titus Andronicus

Salí del Bowery Ballroom a tomar el tren que me llevaría a Williamsburg, barrio lleno de hipsters coquetas y borrachos. En Glasslands esperaba poder ver a Titus Andronicus, quienes hacían un “one-off” para cerrar la fiesta de arranque de CMJ del blog Stereogum. Como era obvio, el lugar estaba a reventar. Me dijeron que me fuera al infierno, así que yo respondí que estaba en la lista y sin chequear ni nada me dejaron entrar.

Titus Andronicus estaba iniciando su presentación, así que busqué un sitio suficientemente cercano a la tarima pero lejos de los borrachos que harían de las suyas durante los siguientes 40 minutos. Se logró la misión.

Y la rompieron, y los borrachos se fueron felices a la casa. Mucha energía la de esta gente. No se puede decir que haya sido sorpresa o novedad, pero definitivamente fue de lo más destacable entre lo que vimos del festival.

Mañana seguimos con el reporte del día 2, ya con algo más de tiempo e investigación.