Cuando los Beatles llegaron a Colombia
Por Umberto Pérez • Feb 7th, 2014 • Categoria: CDCstaffCharly García no se cansa de citar a Woody Allen cuando dijo que la civilización occidental se acabó el día los Beatles llegaron al Top 1 con ‘I want to hold your hand’ en los Estados Unidos; y la razón les asiste. Suene exagerado o no la vida del mundo cambió el 7 de febrero de 1964. Esa fiebre que en los States fue aumentando gracias a la astucia de Brian Epstein y la ayuda de Ed Sullivan y el disc jockey Murray the K, se fue desparramando por el resto del continente americano hasta llegar a Bogotá.
Acá el ambiente también se fue enrareciendo. Al igual que Murray the K, el joven disc jockey Jimmi Raisbeck realizó una campaña publicitaria para entusiasmar a la muchachada rockera colombiana que escuchaba Radio 15. Mientras importantes diarios nacionales se referían a ellos como “el cuarteto cómico musical”, Raisbeck, aún sin tener los discos promocionales de los Beatles, fue hablándoles de ellos, endulzándoles el oído, presentándolos casi como personajes fantásticos.
De la misma manera que cuando los Beatles aterrizaron en el John F. Kennedy de Nueva York, la histeria se desató en la juventud bogotana cuando escucharon sus canciones. Y por supuesto, el rock nacional se hizo sólido gracias a los Beatles y a la idea de que el rock en formato de grupo era más emocionante. A continuación disfrute de cinco canciones -y un bonus track- que reflejan el impacto y la influencia inmediata de los “Fab Four” en los albores del rock colombiano.
1. Slow down – Los Flippers (1966): Compuesta por Larry Williams en 1958 es una rareza en la discografía de los Beatles, grabada para el EP “Long tall Sally” apenas un par de meses después de su regreso de Estados Unidos en 1964. A diferencia de la cadencia boggie de la versión de los Beatles, la de los Flippers, que apareció en su disco de debut titulado “Discotheque” en 1966, lleva impresa la ferocidad y excitación del rock colombiano de aquellos años. Una socarrona adaptación al castellano, la voz de Miguel Durier y las guitarras de este y Arturo Astudillo dan fe de ello.
2. I feel fine – Los Ampex (1967): Los Beatles iban a mil, menos de seis meses después de la grabación de ‘Slow down’, el sencillo “I feel fine / She’s a woman” reflejaba el inmenso progreso sonoro del cuarteto. Pues bien, un par de años después dicho sencillo llegó a manos del grupo bogotano los Ampex quienes decidieron grabar una versión de las dos canciones para su segundo LP, titulado escuetamente “The Ampex” en 1967. Más lenta pero más pesada a la vez, esta versión también es un testimonio de lo rápido que avanzaban la música, las mentes y los cuerpos de los rockeros colombianos a mediados de los años sesenta.
3. Help! – Los Yetis (1966): El grito de auxilio que Lennon pega un año después de su llegada a Estados Unidos, en la canción que da nombre al álbum homónimo, se ahoga en medio de una música demasiado rítmica para tanta angustia. Los Beatles la estaban pasando mal, no se escuchaban en sus conciertos y empezaban a sentir de más el peso de la gloria. Los Yetis, la banda de rock más importante de Medellín en ese momento, que les llevaban mucha distancia a las bandas bogotanas en asuntos de letras, logran una adaptación al castellano del clásico de Lennon con menos carga dramática y, quizás, mayor inocencia. Un año después el poeta Gonzalo Arango los bendeciría.
4. Quieres verme – Los Speakers (1966): Hastiados de la euforia adolecente que los arrolla por donde pasan, los Beatles encuentran un bálsamo en el estudio de grabación. Una muestra de ello es su primera obra maestra: “Rubber soul”, terminada a finales de 1965. Apenas unos meses después en Colombia, los Speakers, la banda con mayor influencia beatle logran una versión estupenda y, casi, perfecta de ‘You won’t see me’, incluida en el disco multiventas “La casa del sol naciente”. En la versión, pasada por el filtro poético de Humberto Monroy y Rodrigo García, los Speakers le dan la vuelta a la soberbia de McCartney para alargar la esperanza de un amor. Sin embargo, son las armonías vocales del quinteto bogotano las que señalan a quienes iban dirigidos los suspiros de las jóvenes colombianas.
5. Michelle – Harold (1966): Parte de la grandeza de los Beatles radica en su gusto por diferentes géneros musicales como el blues, el country, los standards y la música de vodevil, y cómo estos eran entendidos por el cuarteto atravesándolos con rock and roll, su mayor pasión. ‘Michelle’ incluida también en “Rubber soul” es una muestra de ello. En Colombia, Harold Orozco, el mayor cantante de una música juvenil más cercana a las baladas, halló en Michelle la excusa perfecta para cantar a los Beatles, impregnando su versión de mayor histrionismo para asemjarla más a una canción propia del crooner que pudo haber sido gracias a su poderosa voz.
[Bonus track] Ella se va de casa – Humberto Monroy (1975): A mediados de 1966, un poco más de dos años después de la llegada de los Beatles a Estados Unidos, la ‘Beatlemanía’ se había terminado. El portazo en la cara a ese movimiento tan insoportable como fascinante se concretó en 1967 en forma de un álbum bautizado “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, en el que la banda, mientras jugaba a ponerse otro nombre también hacía el mejor disco de todos los tiempos. Ocho años más tarde Humberto Monroy, un genio a la hora de adaptar y hacer suyas canciones ajenas, grabó en su único disco en solitario una preciosa versión de ‘She’s leaving home’. En ‘Ella se va de casa’ Monroy se olvida de los arreglos de cuerdas originales, asi como de la sonoridad genuina de Génesis, su banda, para dotarla de arreglos rockeros manteniéndose fiel a la letra de la canción.
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