Con los sentimientos encontrados que tengo frente al karaoke, nunca había pensado en el significado literal de esa palabra japonesa. Saber el significado cambia conceptualmente lo que es para mí el karaoke y depronto lo cambia también para usted.
Ayer estaba con un amigo y lo primero que me dijo cuando empezamos a hablar del tema fue:”Lo unico que me gusta del karaoke es su definición literal: es la orquesta del vacío”. Lo busqué en el diccionario y efectivamente esa es la definición de 1979.
Creo que uno de mis placeres culposos es adorar el plan de karaoke. Plan que tiene ciertos inconvenientes porque de un momento a otro se puso de moda y, al ir a un karaoke concurrido, uno puede correr el riesgo de encontrarse con el jefe, con el director de la tesis o con un compañero de trabajo que probablemente esté muy amargado porque sabe que el plan de karaoke es una boleta, mientras usted baila regio sobre una mesa. Como esta situación se repetía con alguna frecuencia y mi imagen laboral y académica se encontraban en riesgo decidí embarcarme en la búsqueda de un karaoke clandestino donde pudiera ser a mis anchas.
Lo encontré en la 83 con 15, se llama Moira y es maravilloso. Por un lado, el aguardiente es bastante barato (comparativamente hablando con otros sitios del sector) y por otro se garantiza 100% que nunca se encontrará con nadie porque lo frecuentan púberes sin cédula y oficinistas que buscan relajarse un rato y ser estrellas.
A continuación, un top cinco de canciones para cantar en karaoke, las mismas que harán que todo el lugar se enfarre con usted y que de golpe, como me sucedió a mi, le comiencen a regalar aguardiente o a pedirle ¡otra! ¡otra!
5. Para hacer bien el amor hay que venir al sur – Raffaela Carrá o Lady Noriega
Este maravilloso y poético tema comienza con un beat cuasi discotequero que puede ser de gran ayuda a la hora de hacer una coreografía en la tarima. A medida que se acerca al coro puede sortear diferentes pasos como mano con dedo que señala arriba y abajo, o dedos en v pasándose de manera horizontal por los ojos. Luego en el momento del climax de la canción, sólo se necesita respirar muy hondo y comenzar a gritar: Para hacer bien el amor hay que venir al sur. Para hacer bien el amor iré donde estás tú. Lo importante es que lo hagas con quien quieres tú. Una lección, no sólo de geografía (hasta de anatomía si nos ponemos a pensar en eufemismos) sino de salud pública. Que canción más maravillosa.
4. Amores como el nuestro –Jerry Rivera
¿Siente esas trompetas del principio? Esa fanfarria es sabor latino, mi hermano. Si usted quiere pasar una velada un poco más tropical puede optar por cantar este hit de la salsa romántica y descrestar a la audiencia. Este tema, interpretado por Jerry “con cara de niño, con cuerpo de hombre” Rivera, quiere enseñarnos a amar, quiere exhortarnos a dejar de escondernos y a sabernos cursis y a gritárselo al mundo por medio de figuras literarias hermosas (de sábanas mojadas hablan las canciones), personajes mitológicos (como los unicornios, van desapareciendo) y personajes imborrables (como Romeo y Julieta, lo nuestro es algo eterno). Este fue el tema que decidí cantar el viernes pasado, es un clásico en mi repertorio, y como consejo personal les digo que si agregan un “de” en la frase final del coro, se logra un efecto de sabor inmediato. (Un amor como en nuestro no debe de morir jamás).
3. Querida-Juan Gabriel
Nadie va a negar que Juan Gabriel es el patrón de la ranchera. Puede que no sea tan mero macho como Vicente Fernandez, pero tiene un no se qué, no se donde (tal vez en su dulce voz, tal vez en sus cachetes, tal vez en sus trajes lilas…) que lo hace irresistible. Por algún misterio de la ciencia, todos tenemos esta canción grabada en nuestro inconsciente y su letra aflora en momentos de ebriedad. Vamos, tomemos el micrófono y homenajeemos a este grande de la canción latinoamericana. Lo más probable es que uno de los borrachos de las mesas de en frente de la tarima le arrebaten el micrófono para gritar desde el fondo de sus pulmones ¡Queridaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
2. La creciente –Binomio del oro
¿Recuerda el borracho que arrebata el micrófono cuando suena Juan Gabriel? Pues, querido lector, debo confesar que yo soy la borracha que arrebata el micrófono cuando suena La Creciente. Obra maestra del vallenato, saca el costeño que llevo adentro. Me hace hacer “air acordeón”, llevarme la mano izquierda al pecho y moverme de lado a lado mientras manoteo con la derecha. Pero es que como olvidar su maravillosa letra: Un grande nubarrón se alza en el cielo, ya se aproxima una fuerte tormenta. Ya llega la mujer que yo más quiero, por la que me desespero y hasta pierdo la cabeza. Vallenato corroncho, dirían unos. Poesía pura, defenderíamos los entendidos en el tema.
1. Un beso y una flor –Nino Bravo
La mismísima balada clásica que está en la memoria de todos. Cuando pida este hermoso tema no dude en invitar a sus amigos a cantar, invite hasta al bouncer, todo el mundo estará dispuesto a abrazarse en acto de fraternidad y de moverse de lado a lado con esta trágica canción. Todo el mundo se la sabe. Todo el mundo la cantará con lágrimas en los ojos. Será un momento conmovedor y mágico.