Maxïmo Park
Quicken The Heart
2009, Warp
Si del punk se ha dicho que es (en buena parte) pop acelerado, algo parecido podría decirse de su descendiente, el post-punk. En las 12 canciones que componen “Quicken The Heart” de Máximo Park, y que no pasan de los 3 minutos y medio, hay una cualidad increíblemente pegajosa: son canciones a las que es agradable volver, porque son, en el sentido más llano del término, fáciles de escuchar.
“Wraithlike”, tema que abre el álbum, tiene la combinación exacta entre esas baterías que no dan pausa y las que siendo rápidas, no entran con tanta fuerza en quien las escucha. Es una cara de la moneda que complementa “The Penultimate Clinch”, tema provisto de una profundidad que le da en buena parte, el bajo del comienzo.
“Let’s Get Clinical” se siente como una versión light de la música de “She Wants Revenge”, sin que esto signifique que sea un tema frívolo o se sienta como una parodia a cargo de este dúo de Los Ángeles.
Lo mismo ocurre con “The Kids Are Sick Again”, canción que posee cierta gravedad y una especie de ‘Peso dramático’, por lo que la hace una excepción agradable dentro de los cortes del disco.
Cada género tiene sus clichés: El Heavy Metal está lleno de imitadores de Bruce Dickinson, mientras que en el punk, los cantantes que combinan sin éxito a Johnny Rotten y Joey Ramone están ”a quinientos pesos la libra”. En el caso del Post-Punk y derivados, los vocalistas que intentan imitar sin mucho éxito a Ian Curtis son la regla antes que la excepción. Aunque Paul Smith, el vocalista de Maxïmo Park, sale bien librado de la faena, en un desafortunado caso de ‘Justos que pagan por pecadores’ y queda perdido en el mar de las malas imitaciones.
Toda banda tiene un álbum que es un perfecto punto de entrada para que quienes no los conocen se familiaricen con ellos. “Quicken The Heart” es un álbum agradable que invita a ser escuchado una y otra vez y permite conocer la vida y obra de Maxïmo Park.