En esta emisión de Radio CInica, estaremos hablando sobre la Muerte!!.
Pero no temais queridos radioescuchas. Hablaremos de la muerte luego los recientes fallecimientos de celebridades, de cómo se celebra el duelo en el mundo y en paises como Colombia. -Lugar donde “la Parca” tiene mucho trabajo diario-.
Tambien estaremos estrenando nueva panelista y tendremos otro celebre “mar de emociones” con Jose Donoso.
Tracklist:
– Los Fabulosos Cadillacs – Basta de Llamarme Así.
– Indio Solari – La Muerte y Yo
– Gran Combo de Puerto Rico – La Muerte
– Ambitions – Playing Dead
– El Ultimo ke Zierre – Confusión y Muerte
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Xoel López, definitivamente, ya no es Deluxe. Xoel reside en Buenos Aires y en los últimos meses ha estado tocando en diferentes lugares de Sudamérica. Hace unos días recaló en Bogotá. En esta impagable y pormenorizada crónica de aquellas jornadas, firmada por uno de los organizadores de sus conciertos en la capital colombiana, se desvela en qué anda Xoel López y cuáles pueden ser sus planes para el futuro.
Xoel López está solo en el escenario del Astor Plaza, un viejo teatro bogotano que hasta los años ochenta proyectaba las películas más taquilleras de Hollywood, y que después la ruina y de ser rescatado de las garras de las sectas religiosas, se ha convertido en uno de los lugares más importantes para conciertos en la capital colombiana desde mediados de esta década.
El escenario está oscuro, apenas una luz tenue baña a Xoel que se acompaña de una guitarra folk, un juego de cinco o seis armónicas y una pandereta para pie que él mismo ha adaptado para tocar con su pie derecho. Viste una camisa azul claro a cuadros, vaqueros color ocre y tenis azules, que sumados a su delgadez, su barba hirsuta y sus anteojos, hacen que parezca un chico buscando buena fortuna en algún café del Greenwich Village. Y podría serlo, pero no. Lo que en verdad busca Xoel López es volver a la esencia de la canción, al estado puro de la misma, y ha decidido hacerlo en el continente americano en su plenitud.
DELUXE QUEDÓ ATRÁS
A finales de 2008 Xoel cerró una etapa tan exitosa como abrumadora. En menos de diez años se había convertido en una de las principales figuras del pop y del rock español bajo el seudónimo de Deluxe. Iniciando en la carretera de la independencia y en lengua extranjera –por cosas de la juventud me confesará–, fue mutando hasta asumir el rol de un singer-songwriter brillante y prolífico que llenaba cualquier sala donde se presentaba. Pero el movimiento –factor fundamental en su proceso creativo– se fue estancando hasta hacerlo sentir encerrado. La solución fue detenerse, mirar hacia otros horizontes, ir hacia ellos para tomar nuevos aires y probar nuevas sensaciones a partir de la calma o la locura americana.
Entonces, en una huida hacia delante dejaba atrás la rutina ciega de una estrella de rock, que va desde la grabación de discos, promoción, entrevistas y giras, hasta el oficio extra de la “opinología”; y en su caso dejaba atrás a Deluxe, una parte de sí con la que no se sentía muy cómodo desde hacía algunos años.
Después de residir varios meses en Buenos Aires, visitar Santiago de Chile, arribar a Nueva York y hacer un concierto al otro lado de los Estados Unidos, en San Francisco, Xoel ya está en Bogotá. Ha llegado con su amigo, el increíble pintor coruñés Jorge Cabezas y esperan llegar a una ciudad en la que –según Google– todo el tiempo llueve. Y sí, más o menos es así. Los de acá rogamos al cielo para que se mantenga abierto los cinco días, en los que los este par de gallegos pararán a conocer un poquito de Colombia, en medio de los tres conciertos que hemos conseguido para Xoel.
Han pasado un par de meses, o quizás un poco menos, desde que le escribí a Xoel por primera vez contándole del interés que teníamos en que viniera a tocar. Mi hermano, el fotógrafo Andrés Wolf, lo conoció en septiembre pasado y le manifestó que unos cuantos “frikis” bogotanos amábamos su música. Él, Deluxe en ese momento, le confesó que para 2009 tenía planeado tomarse un año sabático en el continente americano y que de ser posible le encantaría visitar Colombia. Medio año después estoy hablando en pasado de la visita de Xoel al país.
EN BOGOTÁ
Andrés Correa, quizás el cantautor bogotano más importante de la última década en la escena independiente, es el eje central de todo el andamiaje para que Xoel haya venido. El pasado 8 de mayo celebró su carrera musical con el lanzamiento de un disco que contiene sus mejores canciones de sus cuatro álbumes en estudio. El concierto realizado en el Teatro Astor Plaza fue la excusa perfecta para que el público capitalino conociera a Xoel y viceversa.
Realizar un concierto para un artista independiente –y además cantautor– en Bogotá es un poco difícil, y más aún, si no se cuenta con la experiencia para hacerlo, como en este caso. Sumado a eso debíamos organizar una mini-gira con sus respectivas comodidades para Xoel y Jorge. Debo mencionar que en la visita de Xoel no hubo intermediarios, ni agencia de managment, ni disqueras, ni booking, ni nada. La burocracia no tuvo cabida en esto. Xoel pagó sus pasajes de avión y vino porque quiso. Jamás se habló de pagos ni de comisiones y nunca de dinero, sólo apenas para comparar el precio de una cajetilla de cigarrillos en Bogotá, Madrid y los States.
Con pequeñas ayudas de amigos conseguimos un lindo hostal en el centro histórico de Bogotá, un pequeño café-bar en La Macarena –barrio céntrico de artistas e intelectuales– y un bar indie en Chapinero –reconocido sector bogotano por su actividad nocturna e inseguridad–. Ya teníamos el hotel y los tres lugares en los que Xoel tocaría. Todo lo demás, es decir, quién acompañaría a Xoel y a Jorge, cómo se movilizarían, qué comerían y a dónde irían, lo fuimos solucionando a la vez que avanzábamos en la ejecución del concierto en el Astor Plaza.
Nunca, ni yo ni mis amigos habíamos organizado un concierto de tal magnitud, apenas pequeños conciertos para Andrés Correa o algún otro de los cantautores que hacen parte de la Fundación Barrio Colombia –una joven organización que busca publicar y promocionar las obras de artistas independientes. Pero cuando tuvimos a disposición el teatro no dudamos ni un segundo en hacer uso de él. Tan sólo que no imaginábamos la locura que significa armar un concierto grande en Bogotá: cláusulas, impuestos, venta de boletería, alianzas estratégicas con medios, socios patrocinadores, difusión, publicidad en prensa, publicidad callejera, contacto con entidades gubernamentales, entender en qué consiste y cómo funciona cada una de esas cosas en un estado ideal, y comprender y aceptar cómo se desarrollan en la realidad es adentrarse en un huracán del que sólo se sabe terminará cuando se cierre el telón y se enciendan las luces nuevamente.
COMO UNA CITA A CIEGAS
Un par de días antes a la llegada de Xoel a Bogotá, lo entrevisté para la radio digital Cortesía de la Casa. Veníamos buscando esa entrevista con mucha anticipación pero los viajes de Xoel y mi torpeza la habían hecho imposible hasta entonces. Sólo hasta esa tarde y después de hacer esperar a Xoel una hora, entendí que Nueva York tiene una diferencia horaria de más uno respecto a Bogotá. Pero todo desde el intercambio de e-mails fluía de maravillas. En la entrevista nos contó de su actual estado de liberación, de lo bien que le estaba sentando Suramérica y de la expectativa que le generaba venir a Colombia. Al final Xoel hizo un simpático símil entre nuestro contacto y una cita a ciegas; primero los correos electrónicos, luego una llamada y finalmente el encuentro “tête-à-tête”.
El jueves 7 de mayo a las 6:30 de la tarde Andrés Correa y Xoel López tienen una entrevista en una reconocida emisora universitaria. Andrés y yo estamos ultimando detalles del concierto y vamos tarde para la cita. Mi hermano y Xoel llegarán temprano, será un encuentro enrarecido por el ambiente mediático. Y en efecto, llegamos tarde, ellos ya están allí, Xoel está afinando la guitarra y mi hermano conversa con él mientras que un par de chicas amigas nuestras registran todo en vídeo para un futuro documental sobre la locura del 8 de mayo.
Andrés y Xoel se reconocen gracias a la Internet, se saludan cordialmente y el colegaje hace que todo fluya por buen cauce. En cambio mi saludo con él es formal. Luego viene la entrevista con un par de periodistas que apenas pueden pronunciar su nombre; pero Andrés Correa es un viejo amigo de la casa y se encarga de mediar entre cierta ignorancia de las periodistas y la disponibilidad plena de Xoel para explicar cosas tan obvias como que él y Deluxe son una misma cosa. Igual él lo volverá a explicar a la mañana siguiente en una de las emisoras de la radio nacional con mayor audiencia, y también como esa noche, volverá a interpretar la versión completa e inédita de “Quemas”.
A la salida debemos ir hacia el pequeño café-bar que hemos conseguido para que Xoel toque por primera vez en Colombia y se sienta como en casa en medio de todos los “frikis” que nos sabemos sus canciones. En el camino Xoel saca un cigarro y le pido uno. No me escucha. Mi hermano replica con confianza amiga: –Xoel, que le regales un cigarro a mi hermano. Xoel se detiene. Me pregunta que si yo soy con quien se ha comunicado todo este tiempo. Asiento con mi cabeza. Él abre los ojos y mientras me dice que no entendió quién era yo cuando llegamos a la emisora con Andrés, me da un abrazo inesperado y luego me pasa un cigarrillo. Entiendo de inmediato la generosidad que lo habita. De inmediato empezamos a conversar sobre discos, canciones y músicos. La cita a ciegas al parecer resulta perfecta.
En el bar lo esperan entre veinte y treinta personas. Todos tratan de disimular a su llegada pero la emoción y la alegría de tenerlo frente a ellos se revelan en sus caras fácilmente. Jorge Cabezas, que descansaba en el hotel, llega para que vayamos a cenar, y mientras comemos pizza en una mesa para treinta personas, Jorge aguzadamente le pregunta a Xoel si alguna vez había cenado con todo su público. Las carcajadas se apoderan de la mesa. Empiezo a entender que la comunicación entre ellos dos está mediada por un fino sentido del humor. Durante cinco días junto a ellos no habrá posibilidad para que la tristeza ocupe el lugar de la risa y menos el de la sonrisa.
Ya en el bar Xoel me comenta que quiere tocar lo que nosotros le pidamos y yo le respondo que no, que yo quiero que él toque lo quiera. Su primer concierto en Bogotá comienza con “Es verdad”, canción que acomoda a su “nueva” estética folkie; entonces todo el encaje de rock, pop o soul con el que ha vestido a sus canciones se reduce a la mínima expresión, tal como él lo tiene pensado. El buen oficio de cada una de sus canciones –algunas rayan la perfección– hace que sea la canción y no el formato lo que importe, así, cada canción que va brotando esa noche trae consigo la esencia de un cantautor puro que no concibe otro quehacer en la vida que escribir canciones.
Pero otra cosa a la vez va quedando clara, el espíritu de Xoel López también ha abrevado en las aguas del rock and roll y pese que sólo se “defienda” con una guitarra acústica, una armónica y una pandereta de pie, cada interpretación se va cargando de una fuerza incontenible que se desborda al final con un solo de armónica o de guitarra que se enciende con la poderosa voz de López que domina con arte y maestría. Si al principio creíamos ver a una especie de Bob Dylan a punto de conquistar el mundo al final teníamos una mezcla entre el Neil Young desatado de los Crazy Horse pero sin ellos y el John Lennon en plena terapia del grito primario.
SEGUNDO ASALTO
Dos noches después Xoel está frente a un público un poco más numeroso, pero no tan grande como el de la noche anterior en el Astor Plaza. Y aunque ha conquistado centenares de corazones, un problema en la comunicación impide que sean más de sesenta personas las que lo acompañen en su último concierto.
Pero eso es lo de menos. A eso de las diez de la noche Xoel se vuelve a calzar la guitarra, la pandereta y la armónica y da inicio a la ceremonia con “Historia universal” seguida de una versión escalofriantemente hermosa del clásico mexicano de Tomás Méndez “Cucurrucucú paloma”. La noche es especial y diferente de las anteriores. A Xoel se le nota más suelto –y eso es mucho, ya que suelto ha estado desde que llegó–, juega con sus propias canciones, las enlaza con clásicos de Serrat, Dylan, Edith Piaff y los Beatles. Algo adentro suyo está pasando.
En el repertorio de esa noche –aunque nunca hubo libreto– sorprende su versión acústica de “Perlas ensangrentadas” de Alaska y Dinarama, la gente lo acompaña gritando “flores” en los momentos precisos de la canción y el pub rebosa de alegría cómplice. En efecto, la noche entera es diferente y Xoel ejecuta a la perfección piezas indispensables de su cancionero. Canciones como “De tanto callar” (única vez en Bogotá), “Los días fríos”, “El cielo de Madrid”, “Tendremos que esperar”, “Rostro de actriz”, “Yo ya te conozco”, de Lovely Luna, y “Ver en la oscuridad” suenan hermosas despojadas de todo barroquismo, suenan hermosas desnudas.
Cuando se ve venir el final alguien atrás grita pidiendo “Réquiem (No fui yo)”, Xoel se detiene y explica que canciones como esa y “Adiós corazón” no las está tocando ya que requieren de toda la banda para que suenen como deben, entonces hace una pausa y espeta: –pero podemos probar que tal sale–, la versión resulta más que estupenda, y la comunión entre Xoel y el público ayudan a que así sea. Lo que parece un sueño termina con “Fin de un viaje infinito”, la última canción de su último concierto en la capital colombiana. Xoel está empapado de sudor y rebosante de alegría. La gente también.
LAS ÚLTIMAS HORAS
La última tarde que Jorge y Xoel están en Bogotá es tranquila. Al igual que los días anteriores el clima abona un poco a la calidez del encuentro, y aunque lloviznó durante breves instantes, el sol se ha impuesto sobre los cerros bogotanos. Después de acompañar a Xoel a comprar algunos discos y uno que otro instrumento tradicional –Andrés Correa le ha regalado un cuatro– estamos en el hotel. Mientras el maestro Cabezas pinta obras con marcador sobre billetes de mil pesos colombianos –0.50 dólares aproximadamente– para los amigos, Xoel y yo hablamos de todo un poco, pero sobre todo de música.
Desde que nos conocimos personalmente la música ha sido el cable conector. Pillo que en el viaje está leyendo una biografía sobre Brian Wilson y los Beach Boys, coincidimos en que la obra del genio de California no es el resultado de la pesadilla interna que vive. Hablamos de los Beatles, de Dylan, de Serrat, de Bowie, de Veloso; en otras palabras, hablamos de cosas fundamentales para nuestras vidas. Compartimos la idea de que ni Radiohead, ni Sigur Rós, ni el nuevo folk anglosajón, ni cosa parecida, se acerca al grandioso sonido de los años sesenta y setenta ni a las sensaciones que produce.
Aprovecho para preguntarle por su estado actual y me cuenta que es uno de sus mejores momentos. Sabiamente ha tomado la decisión de alejarse del mundo de la fama para guardarse en el calor del hogar, de los amigos, de las canciones y de una geografía buena que le ha hecho descubrir que extraña a Galicia por sobre Madrid.
Durante este viaje Xoel ha diseñado los carteles virtuales de sus conciertos. El que ha hecho para Bogotá tiene escrita una expresión particular: “Desde España llega el trovador posmoderno a Bogotá”. El término “trovador posmoderno” surgió espontáneamente en una entrevista que Xoel concedió a un medio chileno, pero casualmente es el que mejor se ajusta a sus nuevos días, en los que, como los antiguos juglares va de pueblo en pueblo –en este caso, de urbe en urbe– cantando alguna historia y apropiándose de otra para hacerla canción.
Xoel López está solo en el escenario del Astor Plaza, un viejo y hermoso teatro bogotano. El silencio es penetrante. Atrás de él, unas imágenes se van mezclando de forma sinuosa mientras acompañan a sus canciones –es sorprendente cuánto amor hay por él en Bogotá; las chicas que conforman el colectivo Rot_oscopia, le han regalado dicha mezcla audiovisual para este concierto. Antes de que Xoel subiera al escenario, el proyecto musical El Sueste ha hecho su debut oficial sorprendiendo a todos con una fina fusión de porro –ritmo de la costa caribe colombiana– y elementos de la música electrónica. Después de López, Andrés Correa y su banda harán lo propio con canciones que de a pocos empiezan formar parte del imaginario bogotano. Pero ese instante en el que Xoel está arriba es especial y extraño. Más de 500 personas prestan particular atención a un joven coruñés dado a la fuga, que por cosas del destino –por no decir, de sus canciones– ha recalado en Bogotá.
El genio y el ingenio de López quiebran rápido alguna posible tensión entre él y el público. Hace mofa de lo ridículo que se ve caminando con una pandereta en el pie e introduce sus canciones con gracia para un público que desconoce lo largo y ancho de su obra; pero curiosamente las tres canciones nuevas que interpreta logran detener el tiempo en un instante. “Rosa” es la primera de ellas, una historia preciosa, romántica y conmovedora de una chica que sueña los sueños de Edith Piaff. De haber entendido bien, creo que esta canción hace parte del nuevo disco de Lovely Luna, próximo a estrenarse en España.
Otra de las canciones se llama “Joven poeta”, y es a la vez, un agradecimiento y una súplica descarnada a los artesanos de la palabra –como él. La última que tiene como “working title” “Hombre de ninguna parte”, es la más cercana en el tiempo y el espacio y una clara referencia a la experiencia americana de Xoel; en ella dibuja un hermoso paisaje del trópico y a su gente mientras evoca a los Beatles. Las sensaciones y la emoción que la belleza de la canción produce en el público son indescifrables y poderosas. Xoel termina con “Quemas”, recibe aplausos cerrados y se pierde tras el telón.
Los aplausos y los gritos ascienden hasta el techo, él vuelve y sintoniza de inmediato con la energía que bulle en el teatro. Arranca a cantar “El amor valiente” e incita al público a que lo acompañen a cantar “qué es lo que está pasando… qué es lo que está pasando…”. Sin darse cuenta, lo que está pasando en ese justo momento es que él y sus canciones se acomodan majestuosamente en el corazón de cada uno de los presentes, que tampoco se dan por enterados del suceso.
En el camerino, después de subirse a tocar con Andrés Correa y la banda las canciones “Reconstrucción” y “Ventana indiscreta” –esta última del repertorio propio de Andrés–, Xoel no suelta la guitarra, está contento –no lo he mencionado pero debo decir que a él siempre se le ve así, contento– y no es el único; Jorge y yo sabemos que ha pasado algo bueno. En medio de la alegría y el vino, Xoel celebra con magníficas versiones de “Sangri-La”, de los Kinks, y “All things must pass”, de George Harrison, como recordando sin quererlo que las cosas sólo duran mientras ocurren.
Antes de salir para el aeropuerto, Xoel me confiesa con gratitud que lo de Bogotá ha sido inesperado y sorprendente, y que aunque sólo fueron cinco días, bastaron para saber que quiere volver pronto. Sin la urgencia de concebir su primer disco como Xoel López y con toda la calma del mundo para hacerlo a su manera, Xoel sólo sabe que en 2010 residirá en Buenos Aires y que seguirá aprendiendo de ese estado natural al que bien le ha puesto nombre, la reconstrucción es permanente.
La luna aparece llena y enorme en el cielo bogotano, la ciudad empieza a enfriarse, se hace tarde y Xoel López, el trovador posmoderno, el hombre de ninguna parte, debe volver al norte a cantar a otros mundos. Al fin y al cabo ese es su oficio.
Los comienzos de esta década vieron el renacimiento del New Wave de los ochenta, o algo parecido. Las bandas incluían a “Joy Division” y “New Order” dentro de sus influencias y se caracterizaban por un sonido lleno de sintetizadores. Varias (por no decir muchas) de estas agrupaciones desaparecieron tan rápido como aparecieron, mientras que otras lograron mantenerse, como es el caso de “The sounds”, el quintento sueco que lanza su tercer álbum, Crossing The Rubicon.
“The sounds”, liderada por Maja Ivarsson, tiene lo que podría describirse como ‘Agallas’, algo que se ha visto desde su primer álbum, Living in America, y que sigue viéndose en esta producción. Temas como Underground, Lost In Love, 4 Songs And A Fight, Midnight Sun y No One Sleeps When I’m Awake combinan guitarras y sintetizadores exitosamente, y con esto me refiero a que no hay ‘conflictos de poder’ entre los dos instrumentos, ya que se complementan y le dan un buen equilibrio a las canciones. Al mismo tiempo, cortes como Lost In Love o No One Sleeps… son temas con letras que de alguna manera refuerzan una imágen de Maja Ivarsson como una de esas mujeres que han endurecido su piel a punta de caídas y fracasos, pero que no temen levantarse, sacudirse el polvo y subirse al caballo una vez más con los riesgos que ello implica.
Siguiendo con el tema de Ivarsson, quienes esperan un regreso de la vocalista a los registros altos de las épocas de Hit Me, Seven Days a Week o Dance With Me, se verán decepcionados. Continuando con la línea del segundo álbum de la banda, la vocalista ha elegido mantenerse en un registro vocal bajo que le hace honor a las raíces new wave del sonido de este quinteto. En Beatbox y Underground, la vocalista hace gala de un estilo que nada tiene que envidiarle a Deborah Harry en Rapture, saliendo más que bien librada de la labor, aún cuando Beatbox y Home Is Where Your Heart Is sean los lunares en el álbum. Home Is Where Your Heart Is, es un tema extenuante para el oído por su extensión de siete minutos ya que corta con el estilo de la banda. Asimismo, Beatbox es un tema aburrido por su instrumentación, y suena peligrosamente similar a una canción de los “Ting Tings”. Además, vale la pena resaltar que Katie White y Maja Ivarsson se parecen en poco.
Crossing The Rubicon es un punto medio en el sonido de la banda sueca, ya que mantiene elementos de sus trabajos más recientes al mismo tiempo que recupera cosas de su sonido temprano. A pesar de sus lunares y de ese sonido New Wave Revival que pareciera ser noticia de ayer, Crossing The Rubicon tiene una sensibilidad pop que hace que merezca una oportunidad.
En este capítulo, Alta fidelidad, hace un recuento de las películas dedicadas a músicos. Filmes que no solamente retrataron su obra musical sino también su personalidad y nos permitieron conocer otra faceta de estos personajes. Enmarcados en trabajos muy artísticos y sensibles, por partes de estupendos directores y actores talentosos. Música de Nirvana, Joy Division, Edith Piaf, Héctor Lavoe, Bob Dylan, entre otros.
Track List
1. Cazuza – Exagerado
2. Héctor Lavoe – Ausencia
3. Joy Division – Isolation
4. The Doors – Love her madly
5. Syd Vicious – My Way
6. Nirvana – Negative Creep
7. Bob Dylan – Dignity
8. Johnie Cash – Riders in the sky
9. Ray Charles – You made me love you
10. Edith Piaf – Les Momes de la cloche
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Una hora con The Tiger Lillies es un viaje al Berlín de los años veinte para disfrutar historias repletas de excentricidades, blasfemias y locuras, pero también de fantasía, poesía, magia y amor.
Track list:
1. Lily Marlene
2, Your world
3. Down and out
4. Billy´s blues
5. Killer
6. Pall bearers
7. Wake up
8. hideep family intro (Con Kronos Quartet)
9. The music of Erich Zaun (Con Alexander Hacke)
10. Greed
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Imagine esta situación: Una fiesta casera en donde ya se le ha dado a los invitados la suficiente cantidad de aguardiente como para plantear dos actividades. La primera, un juego de pico de botella con consecuencias de nudismo y lesbierotismo. La segunda, el entregarse a los placeres del baile.
Muchos escogerán la primera situación, lo que llevará a situaciones posteriores incómodas, embarazosas (bueno, esperemos que no del todo embarazosas), rivalidades…mejor dicho “Melrose Place”. Pero las personas sabias escogerán la segunda situación; la entrega al baile, al baile alcohólico, donde no es necesario saber bailar en pareja ni sacar a bailar a nadie, donde los pudores se evaporan y dios mediante, la rumba se prende. A continuación cinco temas (que bien podrían ser diez o veinte) que ponen a bailar a cualquiera. Desde el borracho que está vomitando en el corredor hasta el aburrido que fuma haciendo mala cara.
TEMAS INFALIBLES, garantizados por mí, para distraer a los borrachos. Como bono, les incluyo clase de baile para cada tema. Si esto no prende la rumba a punta de bailoteo les garantizo la devolución de su dinero.
5. El gato volador – El Chombo
Ya se ha servido el alcohol, ya la gente está a punto de llorar, o de darse puños o de agradecer al anfitrión por ser tan buen amigo. Pues bueno, antes de que la fiesta muera se pone una dosis de este tema (inclasificable en su género) y todos a bailar. Este tema básicamente narra la historia de una fiesta a donde llegaron muchos gatos, desde el Gato Tom hasta Silvestre (bien podría estar en esa reunión el Gato Pérez seduciendo, el Gato de “La hora del gato” cantando alguna de esas baladas americanas que tanto me gustan y el Gato de “De pies a cabeza”) cuando de repente llega un invitado. Y ¿saben quién es?…Pues vamos, antes de responder la pregunta extienda ambos brazos, colóquelos a los lados imitando las alas de un avión y muévase gritando la respuesta: El gato volador, el gato voladoooor. En este momento sus invitados no sólo estarán llevados de la perra, como una mica, sino que también estarán invadidos por la fuerza felina de este dueto. “El gato voladoooooooooor, el gato voladooooooooor.” (Por favor, no olvide hacer las alitas).
Temas similares: Cualquiera de Cuentos de la cripta y Felina tu cuerpo es tan provocante.
4. Fruit de la passion – Franky Vincent
Ahora, ya sus invitados han calentado motores y es importante bajarle un poco al ritmo, ponernos a media luz y un poco más seductores. Es el momento de sacar la garota interna y mecerse al encantador ritmo de este tema. Recuerde, entre estrofa y estrofa hay una pausa en donde puede hacer un movimiento dramático e intentar hablar en portugués. Mejor aún aproveche ese momento de la canción para arrinconar a su pareja y susurrarle vulgaridades en portuñol. Ahora, esta canción es maravillosa porque su coro se presta para hacer coreografía.
Si usted no recuerda la coreografía de este tema, no tema. Siempre hay una porrista frustrada en este tipo de reuniones que guiará al grupo, probablemente desde el centro del círculo del baile. Ahora, si usted no frecuenta ese tipo de personas, le tengo una buena noticia: ¡yo soy esa porrista frustrada y le mostraré como se baila ese coro encantador!. El vai si con bi se bon (perdonarán la onomatopeya pero yo de portugués sensual y erotizante no sé nada) se baila primero una mano que hace un circulo invisible como limpiando ventana y luego la otra. Luego el bon bon bon, que es más juguetón, se hace cerrando puño y sacando pecho (tipo Shakira en “La Tortura”) y gozando cada bon. Algunos atrevidos bajan durante este movimiento, pero eso ya es bajo su propio riesgo. Tema sabroso e infalible traído del Brasil, que hasta puede devenir un trencito humano.
Temas similares: Carrapicho, Lambada, Onda Onda, Bon Xi Bon.
3. La suegra voladora – El Sayayin
Después de “Fruit de la passion” la fiesta quedará con ánimos más playeros y para esto no hay nada mejor que este clásico de la Champeta y de las canciones de excursión. Llega el Sayayin con todo su poder de “Dragon Ball” de Cartagena pa’ que nos entre la agarredera. Este es el momento en el que las niñas comienzan a sentirse sexys y comienzan a pensarse bailando con negros en la playa. Si es mujer agárrese el pelo, suba los brazos seductoramente y mueva los pies como si estuviera pisando arena caliente. Si es hombre, aproveche el espectáculo y bajo ninguna circunstancia se le ocurra hacer el paso del caballito (si no sabe cual es, no pregunte…si sabe cual es, por favor no lo haga). La ropa volará, la atmósfera se inundará de sudor y todos recordaremos épocas adolescentes cuando bailábamos este tema como si no hubiera mañana. Nostálgico y enérgico. Erotizante y hablando de “Dragon Ball”. Gracias Sayayin por tan maravilloso tema.
Temas similares: Busco alguien que me quiera, Quiero una chica quiero una ideal, Sigue bailando mi amor ya sabes que a mi me gustó tu dancín (con amor para Darío esa última).
2. Rica y apretadita – El General
Una canción muy cercana a mí, pues siempre la pido en mis cumpleaños, que levanta hasta a un muerto. La dinámica de baile con esta canción se maneja en el plano histriónico en donde la mujer emula a Anaika y canta como ella: “No me trates no,/no me trates de engañar/ sé que tú tienes a otra…” y un hombre imitando al General la interpela…”será tu sombra”…y luego vuelve a la mujer “a mí me quieres para hmmmm” (acá generalmente se tuerce la boca como el pico de un pato, como el gesto de soplar la vela, o como las muecas que hacía Patricia Vásquez en Pido la parola). Después de calentar motores con esta introducción comienza el sandungueo. Cuando El General se desborda en lo que se cree es un rap, todos nos desbordamos en el baile. (Así como didácticamente lo muestra el video que escogí para ustedes) “Tu eres mi mamita rica y apretadita/ mamita mamita/ rica y apretadita”. Cuando El General habla de “tus curvas son como botella de Coca-cola” se recomienda hacer con las manos la silueta de la botella. Es un paso de muy buen gusto que deleitará a la audiencia.
Temas similares: Muévelo muévelo que sabroso, El Meneaito, Go Pato, Juana Juana Pélame la banana. Básicamente cualquier tema cantado por el maravilloso y muy panameño General.
1. Mis ojos lloran por ti – Big Boy
El tema infalible cuando se trata de prender la rumba a punta de baile, básicamente porque todos, en alguna medida, nos sabemos esta canción.
Cuando comience a sonar pasará lo siguiente: la gente extenderá los brazos y los mecerá tipo concierto durante la introducción. “El tiempo pasó/como una estrella fugaz” y demás frases románticas que están cantadas por el gordito de Son by Four. Luego cuando aparece Big Boy pasará lo siguiente: la pista de baile se dividirá en profesionales de “Mis ojos lloran por ti” (orgullosamente puedo incluir a mis mejores amigos en esta categoría) y en amateurs (que no tiene nada de vergonzoso, yo me considero una amateur más). Los profesionales recitarán de memoria la letra (hasta la estrofa de los planes arruinados y de olas del mar como vienen y van y cada ola que viene es una lágrima más) harán los acentos de Big boy (jugasteS con mi corazón) disfrutarán al decir la frase: “tu forma de hacer el amor” y emularán con sus manos, como si fuera una fono mímica, cada expresión.
Los amateurs mientras tanto pondrán sus manos en gesto cliché de rapero y se moverán de lado a lado alentando a los que sí saben del negocio. Big Boy, pionero del regetón y salvavidas de la fiesta.
Temas similares: Ninguno. Sólo este tema es 100 % infalible a la hora de prender la rumba a punta de baile.
Por Fabián Vega • Jun 5th, 2009 • Categoria: CDCblog, CDCstaff • Comments Off on La popular de Los Telebolitos
Los Telebolitos son una banda pop bogotana. No el pop que se escucha en las emisoras que ponen las mismas 40 canciones todo el día, tampoco el de los reality shows que buscan una nueva “estrella pop”. Es el pop de “La popular”.
Cortesiadelacasa.com habló con Iván Rodríguez, bajista de Los Telebolitos, que se preparan para lanzar su segundo disco “El arte de La popular” y que estarán en el primer festival Cucunubá Pop, el sábado 6 de junio tocando junto a otras bandas colombianas y extranjeras. Hablamos del festival, del nuevo disco, planes y también de vinilos, rock local y el Valencia fútbol club.
Cucunubá es un hermoso pueblito cundinamarqués, muy cerca de Ubaté y a solo una hora de Bogotá e Iván hace parte de la organización. “Es un primer experimento que estamos haciendo para incentivar el turismo hacia Cucunubá, para darle un espectáculo a la gente joven de allá, para que vean otras cosas y vamos a ver qué pasa. Es un poco salido de tono por decirlo así, pero nos la estamos jugando.”
“Los Telebolitos está basado en una propuesta pop. Pop en el buen sentido de la palabra, no lo que normalmente se cree como pop, que es la industria comercial y lo superproducido, lo que cuesta mucho dinero, sino que el pop es popular. La idea es despertar la sensibilidad de todo el mundoy “La popular” es realmente lo que uno ve en la ciudad, somos nosotros, somos todos, es la persona que está en la esquina, es todo el mundo, es un tributo a la ciudad, al común de la gente” dice Rodríguez sobre el título de su disco, próximo a salir.
Así bien, “El arte de la popular” será el segundo disco de Los Telebolitos, después de su autotitulado EP de 2005 (Eje Records) que salió un año después de haber comenzado como banda. Este primer trabajo traía cuatro canciones propias y dos versiones, estuvo nominado a los premios Shock, y su sencillo promocional “Cae” estuvo dentro de las 100 canciones más programadas en Radiónica.
En esta nueva producción son seis los temas, de los cuales uno es una versión de la banda argentina “Juana la Loca” y los otros son originales. Estará listo para el público en julio. “Yo creo que sale en formato físico y también en MP3. Estamos viendo a ver qué podemos hacer, tenemos la fe de poderlo hacer gratis en Internet, estamos ajustando todos estos detalles, es lo último que falta” afirma Rodríguez bastante entusiasmado.
En ese momento salió la pregunta ya clásica en CDC, esperando que alguien se anime a prensar vinilos. “La verdad a mí el vinilo me gusta mucho y de hecho mi colección de discos la empecé en vinilo, después llegó el CD, pero por ahora creo que en vinilo no lo hemos pensado, igual es costoso y no es tan asequible a la gente, ya muy pocas personas tienen una máquina de tornamesa entonces es difícil por ese lado”.
-“¿Pero usted cree que la gente en Colombia algún día empiece a comprar más tornamesas y vinilos?”-
“Yo creo que serían dos clases de público diferente, habrá unas personas muy melómanas y muy puristas que sí les encantaría volver al vinilo, cosa que no me molesta porque el vinilo tiene su encanto y tiene una calidez de sonido que el CD no lo otorga, entonces yo creo que la gente está siendo muy práctica y está usando el MP3, ya casi ni se usan CDs. MP3 en el radio del carro, en el walkman, MP3 en todo lado,”
Para el sencillo “Cae” del primer EP, Los Telebolitos sacaron un video lleno de luces urbanas y paisajes bogotanos muy recordados. Para “El arte de la popular” planean igualmente tener videos para sus dos sencillos. “El primer sencillo va a ser “Las calles de mi ciudad”, así que en el mes de Julio le estaremos dando muy duro; ya la encuentran en streaming en nuestro myspace; para el segundo sencillo si tenemos una ambigüedad con dos canciones, entonces vamos a ver” dice Iván al respecto.
En el 2008, los bogotanísimos Telebolitos viajaban a Buenos Aires a participar en un festival de bandas. “Nos enteramos del Bafim (Buenos Aires Feria Internacional de Música) porque José Gandour, manager del grupo, había estado muy vinculado al festival y nos inscribimos para representar a Colombia, mandamos nuestro demo y nos seleccionaron. Hicimos una presentación que salió súper bonita, el público reaccionó muy bien, la verdad hasta el punto que nos sorprendimos porque pensamos que iba a ser muy complicado por la exigencia del público argentino, pero tuvimos una buena respuesta y la verdad vinimos muy contentos después.”
-“¿Hay planes de volver a Argentina o ir a otros países?”-
“Sí, yo creo que una de las bases de la promoción que estamos montando para este disco es irlo a mostrar afuera, no quedarnos solo en lo local. Yo creo que es un buen espacio que trataremos de hacer porque creo que hay mucho mercado por fuera que cautivar, hay muchas personas por conocer, muchos sitios donde sacar notas, entrevistas y esas cosas, entonces creo que vale la pena hacer ese esfuerzo.”
En la descripción que la banda hace sobre sí misma, en sus letras y en lo que hasta ese momento había hablado con Iván, Los Telebolitos son ciudad, son amor, son fútbol, son videojuegos de antaño. “Son aficiones muy personales, la verdad la estética del videojuego y el retro me gusta mucho, fue el recuerdo de la infancia, de los primeros videojuegos en dos dimensiones, toda la alegría que producía ver esos espectáculos en la televisión de la casa, y el fútbol siempre ha sido una de las grandes culturas populares y me incluyo dentro de esa afición.”
Aproveché entonces y, aunque no soy muy fan del fútbol, indagué por esa línea que tantome gusta de “Nuestro lugar común” canción que abre el primer EP, y le pregunté si era hincha del Valencia fútbol club.
“Es una bonita historia, la verdad conocí una persona muy importante, relevante en mi vida, era época de Champions League, y ella era súper amante del Valencia fútbol club porque estaba Héctor Cúper, estaba “El dragón” Cañizares, Gaizka Mendieta, entonces siguiendo los partidos me pegué al club y seguí disfrutando del Valencia por siempre.”
Iván, antes de formar Los Telebolitos, hizo parte de una de las bandas de rock bogotanas más importantes de los 90, Yuri Gagarin & los Correcaminos, actualmente paralelo a la banda trabaja en asuntos medioambientales, Dana, la cantante, y Andrés, el baterista, trabajan en un estudio de grabación, Sergio, aparte de guitarrista es filósofo.
En 2007, cuando salió al mercado la reedición de la discografía de Hora Local, tanto Los Telebolitos como Yuri Gagarin, en una efímera reunión, hicieron versiones de temas de Hora Local para el disco bonus en el que varias bandas rindieron tributo a esta legendaria banda bogotana de los 90 (que aquellos que no conozcan deben chequear).
El cover de Yuri Gagarin fue “El mundo que los hippies construyeron”, canción que ya se había incluído en “Los Demos” de 1994 pero que se regrabó… o algo así: “fue mitad y mitad, la verdad para el disco original (´94) habíamos invitado a Karl Troller para que hiciera la voz, entonces gracias a la magia de los computadores grabamos toda la instrumentación de nuevo y dejamos la voz original de Karl Troller, pues él todavía estaba viviendo en Estados Unidos, además le quería dar la sorpresaque la encontrara ya en el disco prensada y fue así como trabajamos el cover. El disco tenía ya sus buenos años de haber salido y la calidad del sonido que uno logra ahora es bastante superior a la de esa época y la idea era no rayar con la calidad de todas las bandas incluídas ahí (en el tributo), por eso decidimos regrabar todo pero conservamos la voz original” explica el bajista Telebolito.
Yo seguía intrigado con esa fugaz reaparición de Yuri Gagarin e Iván me explicó: “Yuri Gagarín tuvo dos excelentes guitarristas, muy relevantes en el rock nacional, uno era Andrés Barragán, baterista de Ultrágeno, y el siguiente fue Andrés Martínez, que tiene ahora un proyecto muy bonito que se llama La Monareta, entonces en esa ocasión Andrés (Martínez) estaba en Estados Unidos y me reuní con Andrés Barragán y volvimos a montar elcovery conseguimos un baterista para que hiciera la grabación que fue Germán Alfonso.”
“Héroes Americanos” fue la canción que Los Telebolitos versionaron del clásico de Hora Local. “Hora Local fue una influenciamuy cercana que siempre tuvimos y cuando salió el tributo hice lo posible por meterme porque me parece importante respetar un poquito la esencia musical que había obtenido. Ellos usaban muchas narraciones y la narración del cover la hice yo y me quedó gustando y dije: voy a meter una narración en una canción de nosotros” dice Iván explicando el origen de “Las calles de mi ciudad”, sencillo del último disco.
-“¿Qué banda es la Hora Local de ahora?”
“Uy, es difícil saberlo porque, no sé, el ambiente bogotano ha cambiado tanto a como era en esa época que realmente no identifico una banda que haya seguido esa bandera en este momento… Igual la ideología de la gente joven ha cambiado también mucho, entonces realmente no lo puedo ubicar.”
-“¿Hay escena rockera en este momento en Bogotá o no?”
“Pues a mi me ha sorprendido la cantidad de bandas que hay, yo creo que el nivel ha subido bastante, la verdad hay muy buenas cosas, también hay cosas que no me gustan para nada, pero me sorprende la cantidad de personas que están dedicadas. Antiguamente en una convocatoria a Rock al Parque no eran tantas bandas y eran los mismos de siempre pero ahoritica hay un montón de bandas haciendo cosas, es una escena muy grande, que ha crecidoy me sorprendió mucho que haya pasado eso.”
-“Eso en cuanto a bandas ¿y en cuanto a público?”
“No. Es difícil. La verdad yo creo que hemos bajado un poco porque, digamos que, en los años 90 era mucho más sencillo lograr auditorios más grandes que los que uno logra en esta época y no sé si se deba a que el público está ya más disperso, mucho más repartido por la cantidad de bandas, pero en los 90 uno armaba un concierto y se podría esperar fácilmente 300-400 personas sin ningún problema.”
-“De las bandas de ahora, cuáles le han llamado la atención?”
“Hay muchas bandas que iniciaron en los 90 que me gustan y realmente siento una afinidad muy especial. Me gusta mucho Bajo Tierra, me gustaron en su momento mucho los Estados Alterados, me gustaron mucho las 1280 Almas y antes Hora Local, sentí una gran afinidad por ellos. Ahora, de las bandas nuevas creo que hay varias que están haciendo buenas cosas y que tienen un buen performance. Me gusta mucho Dub Killer Combo, su propuesta; en su momento me gustaron mucho los Wheel, me parece que Poncho es muy buen compositor, también me gusta mucho Pornomotora y digamos que es ese combo.”
Mientras terminábamos nuestras bebidas sin café en un establecimiento especializado en “el tintico” y sus derivados hablamos de lo bonito que es Cucunubá e Iván quiso invitar a todo el público de CDC: “Espero que todos asistan al Cucunubá Pop, la verdad estamos tratando de darle una dimensión diferente al pop en todo el buen sentido de la palabra, es muy amplio, no es un género sino una estructura que espero la gente la entienda y allá estaremos tocando junto a otras nueve bandas.”
No se pierdan entonces a Los Telebolitos, en vivo, en algún bar o auditorio cerca de ustedes y su próximo disco “El arte de la Popular”.
Hoy regresamos con nuestras primicias mundiales, en esta oportunidad con una banda llamada UUVVWWZ. Tambien tenemos lo nuevo de Yo La Tengo y Patterson Hood. La rotación de esta semana es Miike Snow con Animal, de su álbum homónimo que fue lanzado el martes pasado. Grizzly Bear domina las listas esta semana (pueden leer la reseña de Veckatimest aqui):
Sencillos:
1. Grizzly Bear – Two Weeks
2. The Sounds – No One Sleeps When I’m Awake
3. Spinnerette – Baptized By Fire
4. White Rabbits – Percussion Gun
5. Dirty Projectors – Stillness Is The Move
Álbumes:
1. Grizzly Bear – Veckatimest
2. eels – Hombre Lobo: 12 Songs Of Desire
3. White Rabbits – It’s Frightening
4. 311 – Uplifter
5. Anti-Flag – The People Or The Gun
Yo La Tengo - Popular Songs
Listado de Canciones:
Gazebo Penguins – Wallabees
The Phenomenal Handclap Band – 15 To 20
Miike Snow – Animal
The Proclaimers – 17
Yo La Tengo – Periodically Double Or Triple
Sad Day For Puppets – Marble Gods
The Ruse – Beautiful Is Gone
Freeland – Under Control
UUVVWWZ – Shark Suit
Patterson Hood – Heavy And Hanging
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La Fundación Gilberto Alzate Avendaño, la Orquesta Filarmónica de Bogotá y el Instituto Distrital de Turismo invitan a presentar propuestas para la realización de un documental sobre “Rock al Parque” en su décimo quinto aniversario, con énfasis en la versión 2009.
La propuesta debe ser de gran agilidad, demostrar cómo “Rock al Parque” ha ayudado a la transformación de Bogotá, a su desarrollo cultural y a la formación de cultura ciudadana. El público al que debe ser dirigido es esencialmente juvenil.
Fechas
La recepción de los proyectos para los concursos de la presente convocatoria, se realizará los días 10, 11 y 12 de junio de 2009, en el horario de atención de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. en las instalaciones de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño ubicada en la Calle 10 No. 3 -16 de la ciudad de Bogotá D.C.
En esta emisión de Radio Cinica, estaremos hablando sobre este apasionante deporte: hinchas, hinchadas, monopolios y demás anecdotas.
Tambien tendremos otro memorable fragmento de “Mar de Emociones”, y algunos invitados al panel.
(El aplauso del respetable, pita el central de la contienda y arrancaaaaa Radio Cinica!)
Lista de Temas:
New Order – World in Motion
La Jugada – La vida no es lo mismo sin Futbol
Billos Caracas Boys – Millonarios Será Campeon
SInergia – Futbolero
Bersuit Vergarabat – El baile de la Gambeta
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